Para mí por eso la gente compró el sapo de Alberto, pensaban que si bien necesitaba el apoyo K iba a desligarse y confrontar desde dentro al kirchnerismo y terminó haciendo la nada misma, un ente por cuatro años.
Pero es como comparar a Boca con Central Córdoba de Santiago del Estero, con todo mis respetos por los santiagueños, provincia en la que tengo grandes amistades. Acá hay una posición muy distinta, al títere lo pone Cristina con objetivos puntuales, es Alberto quien necesita de Cristina para ocupar una posición con una misión concreta asignada, en este caso es completamente distinto, es Cristina quien necesita de Massa para tener un candidato que tenga chances de ganar, les guste o no. Vean todas las posiciones políticas del kirchnerismo antes de decidir el candidato, nadie quería a Sergio, nadie, se decantan con el porque entienden que es la liana más fuerte de la cual agarrarse, es el mal menor en este contexto.
Massa viene construyendo su candidatura desde que tiene 20 años, es un animal político, está hecho para lo que es ahora y tiene peso propio, es incomparable con Alberto. Estamos hablando años luz de distancia, tanto cualitativamente como cuantitativamente, es decir, en votos, Massa arrastra votos propios, un activo del cual Alberto carece hasta en su propia casa, es un cero a la izquierda.
El kirchnerismo está ante una encrucijada que deberá resolver. Si ganan Milei o Bullrich se agrupará y tendrá un enemigo claro a quien confrontar, apoyo desde la provincia en caso de retenerla y alimentará poder de fuego para volver en 4 años. Si gana Massa el debilitamiento va a ser orgánico, se irá diluyendo en los días, serán apartados de grupos de poder y desapareciendo, de a poco para darle lugar al Massismo.
Si querés matar al sapo, ponelo en la olla a fuego lento. Si no se escapa, y sigue vivo.