Yo tampoco tengo claro si el equipo me gusta o no.
Pero lo que sí me encanta es que por fin tenemos un técnico que está buscando variantes, entrenando a full, planificando cada partido de forma diferente según sea el rival de turno,
no solo cambiando nombres si es necesario, sino también buscando que los jugadores puedan manejar distintos esquemas y jugar bien en todos ellos.
Porque no siempre hace falta el mismo esquema, a veces hay que cambiarlo, incluso dentro de un mismo partido.
Eso es lo que Biaggio jamás entendió. Venimos de dos años de entrenar en piloto automático, fútbol-tenis 1 horita, tres veces por semana, sabíamos de memoria como iba a ser siempre la formación, el banco e incluso quienes iban a ser los cambios y en qué minutos.
Y jugábamos absolutamente siempre igual, con cualquier rival, a lo que salga, y rezando que la suerte nos acompañara.
De hecho a Biaggio lo acompañó demasiado la suerte, por eso duró tanto, en cuanto la suerte cambió, se cayó todo a pedazos.
Dicho todo lo cual, agrego, estoy feliz con Almirón, pero espero que los resultados lo empiecen a acompañar cuanto antes, porque lamentablente si eso no ocurre, todo lo demás es letra muerta.