soy de peñarol en Uruguay. No miro un partido entero de peñarol desde la final que jugamos con santos de neymar en el 2011. Leo casi siempre Ovación (el ole de acá) pero no miro partidos, casi nada de allá. Sólo soy enfermo de la selección. Miro partidos del Barcelona, psg y atlético de Madrid por Suárez, Cavani y Godin. Aunque los del atlético me aburren jaja.
En el 94 me hice cuervo x el barrio (1 año después de haberme venido a vivir acá) .Viví en boedo muchos años, hice la primaria en un colegio que queda en Muñiz y caseros. Me crié en gual y corrales. Y por compañeros cuervos y tinelli en aquella época termine amando a este club. Después de la selección es mi segundo amor, pero son amores distintos. Es físicamente imposible para mí sentirlos de la misma manera.
Peñarol es un tercer plano, es mi club de infancia, y de mi país. Para no perder las raíces digamos. Cuando era pendejo y recién había venido elegía peñarol por sobre San Lorenzo. 20 años después, eso no me pasa ni por asomo, lloré en la libertadores como cualquier cuervo y no hubiera llorado por la libertadores del 2011 de peñarol ni loco.
Tengo solo dos amores, mi selección y san Lorenzo.
Lo que no logro entender es como las personas eligen a su club por sobre su selección (San Lorenzo, river, boca, el que sea). Yo no negocio eso. No puedo.
Hay una particularidad que noto en vos, e incluso en mi amigo uruguayo también: Son bien pero bien hinchas de su Selección.
Quizas ustedes a la Selección la ven de otra manera, con otros ojos, o se pueden identificar de alguna forma que nosotros no, qué se yo.
Capaz que es por el estilo que pregona en Uruguay y mueren todos en la misma y por eso la unión o el ir todo para el mismo lado, cosa distinta acá, donde siempre hay grises.
Pero también, supongo que lo que mata acá el amor por nuestra selección es la misma A.F.A., el periodismo berreta que tenemos, el "lobby" al pedo pro-Ribosta, entre otras cuestiones.
Yo en general soy hincha de la Selección. No suelo medir niveles si más una cosa que otra, creo que son momentos, porque cuando no está la Selección, está San Lorenzo. Y cuando no está San Lorenzo, por ahí está la Selección.
Al menos en mi caso.
El resto, linda historia.