El sábado dije, muy caliente, que había que cagarlos a trompadas. Se ve que el Patón les dio una buena cagada a pedos -además del cambio de esquema táctico- y más allá del resultado, la actitud fue otra. Esto es para aplaudir y ruego que siga hasta el último día de diciembre.
Como señalé la otra vez, lo que preocupaba no era tanto el resultado sino la seguidilla y además, la forma de perder.
Hoy, además de ganar, cambió la actitud, que es lo que esperábamos. Por supuesto, hay que corregir muchas cosas, hay que definir mejor los partidos, Caute tiene que agarrar confianza, etc.
Pero mientras jueguen así, no van a comerse ningún reproche ni puteada de mi parte -ni de la mayoría-. Porque esta vez pusieron lo que hacía falta, además de juego: HUEVOS.