El daño en las inferiores es total. Es real eso de que ves a los pibes de reserva que en promedio de todo el futbol argentino tienen entre 18 y 21 años, pero en San Lorenzo parecen de 15.
Campo arrasado en todo sentido. Y lo peor que de los pocos buenos que deben haber, no tenemos el 100 % de ninguno. Todo lo fueron regalando a prestamistas y/o dirigentes que ponían guita para la diaria.