Un cachetazo muy sorprendente ante una Croacia muy mermada que ha jugado sin presión.
España muy agotada físicamente (eterno debate de los calendarios del fútbol español, a los que se añade la cantidad de jugadores que se han incorporado tarde por las finales de Copa del Rey y Champions League), sobre todo un muy apagado Iniesta, y el debate de los egos, que se creía terminado, vuelve a salir con la decisión de Ramos de tirar un penal (erró uno en la Final de la Copa Confederaciones hace tres años) que era decisivo.
El golpe es durísimo, sobre todo tras el fulgurante inicio de torneo, en una llave tan difícil y con los ejes principales tan mermados después del batacazo de hoy, lo veo complicado.