El partido con Botafogo lo recordamos y recordaremos con mucho cariño pero la realidad es que lo que paso esa vez fue como para hacer compota con nuestros huevos si quedabamos eliminados. Necesitabamos que el primero del grupo ganara su partido de local y simplemente ganar en la misma condicion, cosa que era logica y podia pasar perfectamente...el resultado termino siendo un 4-5 infartante, donde el visitante dio vuelta el partido 2 veces (y en la primera lo hizo por dos goles), termino ganando y no se clasifico por no haber hecho un 6to. Es decir, esta circunstancia nos obligo a hacer 3 goles, y aun haciendolos estuvimos a un gol de quedarnos afuera (un gol, gente, en un partido en el que hubieron 9!).
Y si vamos mas lejos todavia, la pelota que Buffa saca en la linea contra Gremio, los dos palos seguidos contra Cruzeiro y el gol sobre la hora contra Nacional son cosas que dificilmente le pasen a un equipo que termina siendo campeon. Por eso yo pienso en esto, le sumo los goles importantes de Piatti y Correa, los penales atajados de Torrico, las imagenes de las brazucas llorando, los 5 al Bolivar, el fierrazo de Buffarini, el grito de gol de Mercier, la ridicula esperanza de estos tipos por levantar ese resultado de local, la confianza de Piatti que diciendo que ibamos a salir campeones, los gritos de gol de Matos y Ortigoza en los dos partidos de la final, el llanto inconsolable de los paraguas que tildaron de robo el penal que nos corono, el pijazo que se comio todo el futbol argentino, la gente festejando en San Juan y Boedo, la imagen de la copa con el papa, y me quedo un poco mas tranquilo sabiendo que a esta copa de mierda le devolvimos uno de los tantos cachetazos que nos dio en toda la historia.