Esta bien que el contexto no lo ayudó (convengamos que nuestra Institución estaba comandada por un Paraguayo que trajo un brujo para exorcisar el vestuario), pero su paso fue para el olvido.
Recuerdo que rechazó a Buffarini porque prefería a Villar de Godoy Cruz (!!!???)
El equipo no daba pie con bola. Menos mal que vino Caruso a reacomodar un poco todo.
Se lo diferencia de Asad solamente porque es del riñon del club.
Igual, felicitaciones al Tate y su gente.