Había una palabra, según Messi. Pero también un contrato. Y habría que ver cómo está escrito. Porque se habla de una fecha (junio), que se habría vencido, pero también de una "finalización de temporada", que por la pandemia no coincidió con la fecha antedicha, y según eso sí estaba en plazo.
El empleado se quiere ir, haciendo valer una de las interpretaciones. El empleador, se opone, invocando la otra. El árbitro resultó ser la asociación de patrones, por lo que Messi deberá quedarse, ya que no quiere hacer juicio (creo yo que de incierto resultado).