A Susana le deseó lo mejor en Uruguay, que haga pingües negocios y que, por favor, se olvide de Argentina así no regresa nunca más. Que sea la versión femenina de Miele, que nunca más pueda ver a SL en la cancha, si es que alguna vez tiene la intención de hacerlo.
Ahora, a Caputo, lo quiero ver preso.