Declaraciones de Nacho
El triunfo de San Lorenzo contra Flamengo me trajo los mejores recuerdos. Por supuesto, como hago habitualmente, me puse frente al televisor para ver al Ciclón. Y terminé muy contento por el 2-1 y la clasificación del equipo a los octavos de la Libertadores. Y lo que más feliz me puso es que está pasando casi lo mismo que en 2014, cuando Independiente del Valle nos empató sobre la hora en Ecuador (1-1) y muchos empezaron a decir que ya estábamos afuera de la siguiente fase. Y esta vez se dio lo mismo. El miércoles se arrancó perdiendo, luego se logró el empate, y lo que empezó a complicar todo fue el resultado cambiante del otro partido del grupo, que encima se jugó en Chile. Y nosotros, contra un brasileño, nada menos. Más parecido, imposible. Lo único distinto para mí es que todo ese nerviosismo en 2014 lo viví desde adentro de la cancha, y ahora me tocó sufrirlo desde afuera. Igual, sinceramente, le tenía mucha fe a San Lorenzo. Sentía que el gol estaba al caer, más allá del poco margen que quedaba. Y llegó ese gol de Belluschi, nomás, que fue parecido al mío contra Botafogo. Por lo agónico de la definición. El otro día, justamente, lo estuve mirando de nuevo. Mi tanto a Botafogo se dio exactamente en el minuto 89; el de Belluschi en el 91. ¡Qué lindo recuerdo!
Ahora, para los muchachos se viene un torneo aparte. Porque es ida y vuelta, donde cada partido es una final, como nos pasó a nosotros con el Patón. Es otra cosa. Y el equipo viene ganando, lo cual me pone súper contento. Desde Montreal le deseo lo mejor al Ciclón, tanto en la Libertadores como en el campeonato argentino, y que sepan que acá tienen un hincha más, que a San Lorenzo lo va a seguir alentando como siempre. ¡Un gran abrazo para todos!