Es cierto que fue superior a la media y que los equipos arriesgaron más (lo que no se entiende es que la razón haya sido la "ausencia" de descenso, que yo sepa, en diciembre nunca hay descenso y los promedios siguen corriendo, a los que hicieron mala campaña en este torneo les va a costar caro el año que viene), pero tampoco para tanto. El promedio de gol es de 2,61 por partido (el del torneo pasado fue de 2,11), ni siquiera llega a 3 goles por encuentro, sigue siendo una cifra bastante pobre.
Se dejó jugar un poquito más, demostrando que de no existir la histeria y la presión con las que se juega normalmente, los equipos argentinos todavía pueden dar buenos espectáculos.