Dicen que antes de morir, durante su enfermedad, se convirtio al cristianismo, parece que se arrepintio de su famosa frase "Dios ha muerto".
Ciertas frases de la filosofía suelen sacarse de contexto, y, esa, particularmente es una de ellas.
Cuando Nietzsche, después de varias explicaciones lanza la frase "Dios ha muerto", jamás se refiere a que lo que se entiende por Dios haya muerto. Es decir, Nietzsche es un crítico acérrimo de las religiones y los religiosos, ataca sus discursos y propuestas, los considera (a los religiosos) sujetos débiles que ganan fuerza y una status de privilegio en la sociedad a través de su retórica y se convierten en obstáculo del desarrollo del "Super Hombre" que proponía Nietzsche (Un ser liberado de ciertas barreras sociales, entre otras impuestas por la religión, a través de las jerarquías religiosas)
Ya en tiempos de Nietzsche varias sociedades comienzan a quitarle preponderancia a la relación Iglesia - Estado, el filósofo percibe que esa tendencia tiende a pronunciarse y, en consecuencia, expresa esa famosa frase: "Dios ha muerto", destinada a resumir que el poder de las religiones sobre los Estados entra en decadencia.
A fines del siglo pasado, siguiendo los razonamientos de Nietzsche, y percibiendo que la humanidad está perdiendo ciertos valores y se va "animalizando" lentamente, Foucault parafraseó a Nietzsche y dijo: "El hombre ha muerto", nuevamente hace referencia a un aspecto de lo humano, tal como Nietzsche hizo referencia a un aspecto de las religiones con su frase. En definitiva, nunca se refirió, literalmente a que lo que llamamos Dios hubiera muerto