Pensar que gracias a sus vínculos con la barra bostera, que lo llevaron a la cárcel, nuestros dirigentes tuvieron que salir de apuro a buscar un arquero y trajeron al Cóndor.
Gracias por eso, aunque fue involuntario.
Nunca vi un arquero, ni nuestro ni contrario, que se ubicara tan mal con respecto a los postes. Siempre, pero siempre, mal parado.