Regalan a los pibes, traen negociados, les ponen contratos millonarios, no le pagan a los empleados del club, no destinan un puto peso y ni una puta obra al predio de Avenida La Plata, dicen una cosa y a la semana hacen lo diametralmente opuesto...pero los malos de la película son los socios e hinchas de San Lorenzo que solamente quieren disfrutar a un gran jugador vistiendo su camiseta (lo que cualquier otro hincha querría). Somos unos desalmados y desbordamos egoísmo sin pensar en los sentimientos de un pibe y en la economía de la institución (aún cuando hayamos sido los primeros y hasta ahora los únicos que coreamos y aplaudimos a este chabón en un estadio, y los que en todo este juego destinamos guita de nuestro bolsillo sin obtener absolutamente nada a cambio). Todo el mundo sabe que lo mejor para Gaich, para San Lorenzo y para el fútbol mundial era que el pibe jugara en un club de cuarta de Europa; todos excepto los hinchas tiramierdas que tenemos.
Nos vienen dando motivos para explotar desde hace una banda, y sin embargo acá estamos...creyendo que con un hashtag movemos al mundo.
80% de aprobación en una elección récord. Es tiempo de mirarnos al espejo y escupir en la imagen que se refleja, porque es lamentable en lo que nos convertimos y nos dejamos convertir.
Las pelotas por el piso tengo con el hincha de San Lorenzo.