No va a pasar, pero lo ideal sería que nadie le cante, que pase desapercibido como si fuera Hernán Grana o el 4 de Mandiyú. Putearlo denota que todavía hay resentimiento y que este idiota sigue siendo importante para nosotros.
Creo que muchos lo consideramos un símbolo de la etapa 2012-2014, y no habría nada peor para él que el silencio, el ninguneo. Y más que un cruce con Arias, me encantaría que Óscar lo encare con pelota dominada toda la tarde, y que alterne con Ángel, y después que entre Barrios por ahí y se le caguen de risa en la cara porque lo viven sacando a pasear. Que se de cuenta que es un burro que acá tocó techo a base de entrega y que hoy es descarte en un club donde no es nadie.