Hace añares que no veía un partido así. Si bien hemos tenido buenos partidos en estos años, en este caso es parte de un proceso, no algo aislado. Toques, definición, llegadas, bien picantes arriba, presión y hasta regulamos el encuentro cuando fue necesario.
Todo esto, sin sufrir.
Me recuerda vagamente al último San Lorenzo protagonista, el de 2016, con el que nos ilusionamos tanto... es más, antes de este partido me acordaba, precisamente, del 3-1 a Arsenal en su cancha, también con público visitante, que se jugó en septiembre de ese año, si la memoria no me falla.