Suñé tuvo un desastroso paso por el club, en nuestra hora más aciaga. Más allá de su paupérrimo nivel futbolístico, su honorabilidad quedó seriamente cuestionada en la derrota 0-1 contra Huracán, donde tanto él como Capurro (también fallecido) fueron acusados de ir para atrás. Capurro no jugó nunca más, Suñé jugó 4 partidos más y después del humillante 2-6 con Instituto, desapareció para siempre. Estos 2 nefastos después tuvieron la caradurez de hacerle un millonario juicio a San Lorenzo. Jamás debieron haberse puesto nuestra camiseta.