Ningún técnico del planeta tendría en cancha a Angeleri, Mussis, Cerutti y Merlini, y en el banco a Rodriguez, Piris da Motta, Reniero y Botta. Ningún técnico del mundo haría el mismo planteo con dos goles de ventaja, cancha inundada y de visitante. Es toda toda de Aguirre. Sólo lo respetaría un poco si renunciara hoy mismo.