Tiene 3 escenas muy buenas: la presentación de Oliveira, la sesión de terapia y el diálogo entre los personajes de Darín y Slater.
Insinúa mucho pero solamente plantea preguntas que realmente no dan mucho interés, sobre todo sobre la personalidad y el pasado de Blanco. Creo que ahí cada uno puede rellenarlo con la identidad que quiera y ninguna va a cerrar. Los que esperen ver a Darín haciendo de sí mismo no pierdan el tiempo.
La música realmente no acompaña para nada a la puesta en escena. La fotografía me pareció demasiado pretenciosa. La trama política, interesante (aunque explican demasiado). La trama psicológica, bien interpretada. La entrevista con la española promete más de lo que da, aunque narrativamente cumple su función.
El primer plano secuencia me pareció que lo dejaron para ostentar, pero narrativamente distrae. Realmente es tan dispareja que parecía hecha por un estudiante de secundario con pretensiones y mucha guita en lugar de una coproducción entre 3 países...