CUBA expresa , a 100 millas del Imperio que nos toca (el mayor en la historia humana), la épica más real y palpable de nuestro siglo. Allí donde se enseñoreó la opresión hacia un pueblo convertido ,bajo su dominio, en un pastiche de Casinos y Prostitución, creció una Revolución que puso la alimentación,la salud,la cultura , elementales derechos humanos que desconocen sus vecinos en términos a veces casi absolutos (Haití) , en un primerísimo plano, que por más negados que estuviesen en las prensas continentales afines al país que hoy gobierna Trump, terminaron logrando reconocimiento aunque menor aún que el objetivo cumplido.
Revolución que obviamente se inscribe en el contexto histórico político en el que nace y se desarrolla, con un bloqueo económico criminal que se duplica tras la caída de la Unión Soviética, pero que jamás renunció a su esencia primera. Siempre se trató de la gente. Y no solo de los cubanos. Basta un poco de curiosidad para enterarse de la solidaridad ecuménica jaja que desparramó Médicos,Maestros,Ingenieros cubanos allí donde se pudiese. Siempre y eternamente a 100 millas del Imperio Romano de Occidente.
Las libertades públicas como formal y asépticamente se proclaman parecen no homologarse en términos primarios e ineludibles con aquells maravillass que entregan hombres mujeres y niños bien alimentados, con excelente salud , y culturalmente a distancias siderales de sus posibles comparaciones vecinas.
Una vez reconocida tamaña epopeya bien podrían realizarse las críticas que correspondieran.
O algo así.