No es un tema de medir la violencia según el país donde vienen, sino también ver que se hace. Barras, hooligans, violentos o directamente simios mononeuronales hay en todos los países, pero por ejemplo el Legia Varsovia después de los quilombos en Madrid directamente decidieron que jugar el resto de la Champions sin visitantes. Esto fue desición del Club mismo, no de la UEFA.
Si mal no recuerdo los del AZ que fueron identificados por burlarse y humillar a Gitanas en España la copa pasada fueron todos expulsados del club.
No es un tema de que en un país serio no hay violencia. Eso es mentira y una pelotudes, pero lo que es seguro es que en un país serio, los violentos no tranzan con Clubes y sobre todo políticos.
Uno de los problemas de la interminable violencia en los estadios de fútbol son las frases vacías. Hace años se viene diciendo y con razón, que los barras están vinculados al poder político, estructuras sindicales, etc. Lo dicen los medios, lo decimos los hinchas y hasta algunos dirigentes o funcionarios públicos, pero... ¿Qué hicimos hasta ahora, más allá de boquear? Puras palabras sin contenido, sin análisis y, lo que es peor, sin acción visible para erradicar la violencia de cuajo. Sólo repeticiones de frases ultratrilladas: que los violentos son bancados por dirigentes políticos, por sindicatos... Hechos que son ciertos y ni modo de negarlos, pero esa es apenas una parte de la verdad. Tengo 54 años y en los noventa era un hombre joven. Ya en esos años, me llamó la atención que algunas reparticiones públicas contaran con barras de distintos clubes, para cumplir labores relacionadas en teoría con la seguridad del lugar. El caso más directo que conocí es el de Casa de Moneda, que tenía metidos a varios pesados del fútbol para disciplinar al personal vía el hostigamiento y la provocación sistemática; nada de patotas del gremio o punteros partidarios. Y así en varios municipios y entidades públicas y
privadas. Si alguien tiene dudas, que investigue sobre el personal de Intercargo, empresa encargada del transporte de cargas y equipajes, contratada por la muy conocida Aeropuertos Argentina 2000, propiedad del empresario Eduardo Eurnekián.
Nunca en mi cuerva vida leí algo referido al tema en un diario, ni escuché o vi una denuncia en cualquier otro medio. A todo esto, los hechos de violencia en los estadios seguían ocurriendo cada vez con mayor ferocidad y frecuencia.
Me pregunto ahora, si aquí, país "poco serio", al decir de algunos, y en el exterior, sobre todo en los países llamados "serios" por esta misma gente, se hicieron o se hacen las cosas bien para acabar con la violencia en el fútbol,
¿por qué todavía existen en el país miles de barrabravas "no serios" y ultras "serios", allí adonde se hacen las cosas de modo correcto? Algo falla aquí y allá, me parece... Hoy en día existe la actividad ilícita del barrabrava, eso por lo menos en Argentina, Uruguay o Chile. ¿Y en el Reino Unido, por ejemplo? Claro... Desde luego, en la mayoría de los casos los ñatos no viven de los bardos que arman en el fútbol. Según sus propias confesiones, cientos de hooligans reconocieron que hacían lo que hacían no para ganar dinero, sino por algo mucho más escalofriante y siniestro:
por aburrimiento. Se interpreta facilmente que, disfrazado de virilidad, identidad guerrera/futbolera y orgullo racial, los tipos salían a romper todo, previamente mamarse hasta el caracú y meterse cualquier mierda en el torrente sanguíneo. Es decir,
buscan un sentido al sinsentido de sus vidas. ¿Los hace mejores o peores que nuestros violentos locales? Queda claro que no existen diferencias geográficas o culturales, más allá de las motivaciones de unos y otros.
Pero mientras tanto, seguimos con las frases huecas extraídas de los titulares de Olé (pertenece al mismo grupo que ponía en el aire "El Aguante", que iba por TyC Sports hace algunos años
) o Infobae, a los que tan afectos son los agudos pensadores que aquí filosofan sobre el tema.
PD: te respondo a vos, Campi, porque al menos te dedicaste a pensar un poquito antes de largarte a escribir. Nada les digo a los otros dos usuarios, el autor del post, especialista en reduccionismos y perogrulladas varias, ni al de la fotito de Cruyff, entusiasta organizador de cacerías de brujas digitales contra los que somos peronistas y escribimos en Mundo Azulgrana.