Sin desmerecer al resto de la Generación Dorada, cada vez estoy más convencido que gran parte de las victorias de 2002 y 2004 ante estos soberbios se las debemos al grandisimo Pepe Sanchez que manejo los tiempos como nadie, se jugo como el que quería, un base de la reconcha de la lora y un tiempista como nunca vi en el basket FIBA. Gracias Pepe, gracias Generación Dorada por tanta alegrías! Gracias por siempre!