Vi la miniserie Monstruos: la historia de Erik y Lyle Menendez. Wow, wow, wow, durísima. De hecho me transportó en el tiempo porque yo vivía en EEUU en esa época y allá no se hablaba de otra cosa durante el juicio (y no había redes sociales).
Todavía me estoy reponiendo, es muy cruda, muy dura, más para los que tenemos hijos y nietos ya, no quiero spoilear pero no es para cualquiera. Te remueve muchas cosas y te shockea, no es una boludés, más allá que la historia tiene tintes graciosos en algún momento porque la miniserie tiene que ser llevadera.
Lo más bajo de un ser humano, lo peor de una crianza, dan ganas de vomitar, literalmente.
Para los que gusten de las historias reales de asesinatos con tramas complejas, les va a gustar, pero preparen el estómago.