El Pipi es un emblema, es el máximo ganador de la historia del club, de los jugadores con más partidos, salido de nuestras inferiores, hincha, con magia..no se le puede pedir más nada. El máximo ídolo sin dudas.
Pero como a título personal, me sumo a la ola Buffarini...lo de la promoción no me lo olvido nunca más. Un equipo que se arrastraba en cancha, literalmente, sin dar 2 pases seguidos y sin amor propio..destino de B Nacional asegurado, comandado por un DT impresentable. Hasta que llegó este jugador desde Ferro, ninguneado por el DT impresentable que decía preferir a Barrado, bancándose que lo planten en reuniones, poniendo guita de su bolsillo para venir...y como frutilla del postre, metiendo como no había visto hacerlo a nadie en mucho tiempo, contagiando a muchos, hasta al mismo Romagnoli. Cada vez que trababa una pelota, o que se mandaba una corajeada que terminaba en gol, o que en el minuto 90 seguía corriendo como si recién empezara el partido, le mandaba un mensaje al hincha señalando que era posible, que no estábamos muertos, que entre todos podíamos hacerlo y salvarnos. Y así llegó la imagen inolvidable de Buffa tirado en la promoción llorando, y después el primer grito de gol festejando todo eufórico, el torneo local, la Libertadores con su salvada vs Gremio y su golazo a Bolívar, el Mundial de Clubes que no se ganó pero él, entre otros, demostró que a pesar de la diferencia de presupuesto en la cancha son 11 contra 11, y es el día de hoy que lo vemos meter con las mismas ganas que el primer día, pero con 150 y pico de partidos más, y considerado por varios el mejor lateral derecho de América. Cómo se dijo una vez, es la representación del hincha en la cancha. Por eso jamás me voy a bancar que alguien le falte el respeto.
El día que se vaya, sin duda, va a ser uno de los mas tristes de mi vida. Hoy por hoy, para mi, Buffa es un pedazo de San Lorenzo.
Fuerza León, todos estamos con vos.