Ni es un ídolo del club ni tampoco un enemigo. No se fue bien, fuera por desinteligencias de ambos el pibe y la dirigencia, pero le daría otra oportunidad. Defensor joven, polivalente (puede hacer el lateral izquierdo, como en la era Pizzi) y, lo que ninguno de nosotros puede negar: tiene muchísimo sacrificio. Damelo.