Así como me pasa con Torrico y Buffarini, son tres jugadores que quisiera se queden de por vida y se retiren en San Lorenzo, pero si tienen la posibilidad de irse y hacer una diferencia económica (o de calidad, en el caso de Buffarini yendose a Europa), la tienen más que merecida, y nadie en su sano juicio podría putearlos (desacuerdo si, puteadas no).