La franquicia del Super Rugby y los desafíos para 2016
Por Daniel Arcucci | canchallena.com
Pichot habla de los jugadores que quedarán fuera del proyecto y
confirma que la Argentina no tiene estructura para sumar una segunda franquicia pese al retiro de Japón del torneo.
Para el año próximo, el rugby argentino tiene un desafío máximo. A la participación en el Rugby Championship se le suma la incorporación de la primera franquicia argentina
en el torneo de clubes más poderoso del planeta, el Super Rugby. Para ese certamen, los jugadores deben ser exclusivamente contratados por la UAR, por lo que varias figuras quedaran al margen. Agustín Pichot habla al respecto.
-En 2016, ¿qué jugadores querrías tener y te molesta no tenerlos?-Y... no tener a los jugadores que ya están terminando sus carreras. El caso del Chelo [Bosch], Corcho [Fernández Lobbe], Pato [Albacete], el Toro [Ayerza]. todos jugadores que estuvieron en los últimos 10 años en los Pumas y no vienen a la franquicia por lo que sea. Pero entiendo las razones. Por el otro lado, me hubiese encantado que estuviera Juancito Imhoff, pero Racing le hizo una oferta con la que no podemos competir.
-Después de cuatro años se empezó a ganar partidos con más regularidad, ¿el hecho de que no jueguen los de Europa no es un retroceso?-No se puede empezar a hacer planes en función de lo que piense la gente. ¿Es un riesgo que no estén los de Europa? Sí, no es lo mejor. Pero si no tenés a los mejores jugadores, ¿quién hubiese jugado el Super Rugby? No podés jugar con un equipo de desarrollo contra los Sharks. Las excepciones generan conflictos en un equipo. "¿Por qué el sí y yo no?"
-¿No se puede hacer algo reglamentariamente para evitarlo? El rugby es el reino de las excepciones.-A mí me gusta lo racional, no las excepciones. Porque después, ¿cómo lo explicás? Sería muy injusto con el resto de los jugadores, que dejaron de ganar plata también. No es una decisión mía. Hourcade con su staff armó la lista. Fue muy claro. Está en un acta del Consejo: se asignó un presupuesto, se contrató a Adrián Vázquez (N. de la R.: en recursos humanos de la UAR), y con los entrenadores establecieron las prioridades, puestos, cantidad de años, etcétera.
-Entonces, por lógica, Hourcade va a ser el entrenador de la franquicia.-No. Como no teníamos entrenador para la franquicia, empezamos por los jugadores. Eso lo están hablando en el departamento de selecciones. Eso empieza por Hourcade, que es el head coach de selección. Él no va a ser entrenador de la franquicia. No puede ser el mismo entrenador de la franquicia que el de los Pumas.
-¿Puede dejar de ser coach de los Pumas y pasar a la franquicia?-Puede, pero que yo sepa eso ni está planteado. Los entrenadores de la franquicia no están planteados. Esta semana se contrata al último jugador. Decidimos esperar y ver cómo se desarrollan entrenadores, cómo Daniel tomaba a sus colaboradores, si había alguien que pudiera hacerlo. Eso se va a plantear obviamente cuando termine el Mundial. Te va mal en el Mundial, perdés con Tonga. ¿siguen todos? No lo sé.
-¿Sólo falta que firme un jugador?-De los iniciales falta uno solo. Hoy lo de Matías Díaz fue un golpe tremendo (N. de la R.: le detectaron un problema coronario). Esas cosas tiene de bueno la UAR. Saltó en los estudios que le hicimos al firmar el contrato. Igual a lo que pasó con Lucas Ponce.
-Si se baja Japón del Super Rugby, ¿puede haber otro equipo argentino?-No. Financieramente sería muy problemático para la Argentina. No tendría los fondos. Otra de las cosas que hicimos fue que no quisimos privatizar esto por si había malos entendidos. Conseguimos todo el dinero y fuimos derecho, sin intermediarios al broadcaster y dijimos 'necesitamos este dinero' y pagaron mucho más de lo que podía dar el competidor. Lo conseguimos por gestión y la Argentina pudo solventar la franquicia íntegramente por la Unión Argentina de Rugby. Hace una semana empezó a haber problemas con Japón. Se les dio hasta el 31 de agosto para presentar un plan de contingencia. Hoy (por ayer) a las 6 de la mañana se hace una revisión. Cuando empezó a haber ruido con Japón, que los jugadores no habían firmado, Sanzar atinó a llamarnos. Pero es imposible. Es conseguir otros 10 millones de dólares más que el rugby argnetino no los tiene ni puede facturar en publicidad. Porque el mercado argentino llega hasta cierto punto. Segundo, no tenés los jugadores. Tenés que tener por lo menos 80 jugadores seniors. Y en la Argentina todavía no están. 98% que no. Si es que Japón no sigue, habrá que ver cómo es el nuevo formato. Sería muy apresurado para el sistema. O se busca un equipo más de los otros países o se redistribuye el fixture en 17.
-Se enojó mucho Gerardo Werthein por no ganar el oro en los últimos dos Panamericanos.-No, se lo tomó re bien. El tema más grande, lo que más nos cuesta que entienda el COA, es que el rugby no tiene dos planes diferentes para Seven y para XV. No lo tiene Irlanda, recién lo empieza a tener Francia, que tiene muchos más recursos. Nosotros recién ahora tenemos el plan para Pumas y ahora un poco más Super Rugby. Quizás en tres años tengamos para Seven, pero todavía no. Nuestro sistema recién empieza el año que viene.
-¿No podías mandar dos jugadores más de los Pumas?-Es que no cambiaba mucho. Si sacás mucho de un lado, te impacta directamente en el otro.
-¿No te da bronca que con los Juegos Olímpicos tan cerca no pudiste armar un equipo competitivo?-Sí. Pero no podés abarcar todo. No tenemos los jugadores. El día en que pusiste buenos jugadores en Pumas y Pampas, le sacás al Seven. A los otros jugadores les falta un plus para lograr buenos resultados en el Circuito. Porque Kenia que se dedica al Seven, Canadá se dedica al Seven, Sudáfrica tiene un equipo sólo de Seven, Nueva Zelanda tiene un equipo sólo de Seven que le sale 4 millones de dólares. Mirá si vamos a gastar 4 millones de un presupuesto de 20 en el Seven.
-¿Gastar o invertir?-El alto rendimiento es gasto. Porque los neocelandeses que juegan Seven son tipos que no van a jugar nunca en los All Blacks. Ningún país del mundo sacrifica el XV por el Seven.
-También hay una cuestión de evaluación y de contrastar el rendimiento que hace el Enard.-Ahí es un tema más filosófico. Para mí el Enard no es para sacar medallas. El deporte argentino no es para sacar medallas. El deporte argentino es para que cada vez más chicos jueguen mejor el deporte que hacen.
-Pero se mide con medallas...-A mí no me gusta eso. El deporte argentino no está en condiciones de ser medido en medallas. Porque no hay todo un desarrollo de política educacional con el deporte. No existe. Cero. ¿En qué lugar del Ministerio de Educación dice "deporte"? En ninguno. ¿Cómo pretendés que haya buenos tiradores de jabalina si no tenés una política educativa fuerte?
-Algunos elogian el modelo de Colombia, y es una evolución que también se midió en medallas.-Lo más fácil es medir en medallas. Lo más difícil es ver cuáles son los proyectos y planes. Habría que preguntarle a Colombia quiénes están involucrados. El Enard fue un paso gigante. Pero falta toda la parte de infraestructura. ¿Adónde va un chico a los 6 años a hacer deporte? En Neuquén, en Mendoza, ¿a qué lugar va? No hay. ¿En los colegios? Juegan al fútbol. Se sorprenderían de ver lo que ha decrecido el rugby en los colegios privados. Hoy no existe una liga de colegios de rugby. Si de los 6 años a los 13 tuvieras una política fuerte deportiva, ¿cuántos más deportistas tendrías? Innumerables. Y el éxito se mide por la masa. Mirá el caso del rugby en Santiago del Estero, de donde viene Lezana. Cuando ves que se trabaja bien, salen. O el caso de Tandil en el tenis.
-A partir de la profesionalización de los jugadores, ¿se terminó el romanticismo para los Pumas?, ¿se les puede seguir perdonando a los Pumas alguna derrota o tenés que agachar la cabeza y bancarte la que venga como Messi?-Nunca podés perder el romanticismo. No creo que Messi haya dejado de tener el amor que tiene por jugar. Lo que cambia es la interpretación del hincha con el dinero. Messi no juega por plata. Es una interpretación de la sociedad. Supongamos que estamos en 2030 y todos ganan 7 millones de dólares. Si la gente, en River, Vélez o en La Plata, ve que hay 23 pibes que dejan todo en la cancha y se matan por esa camiseta, no tengo dudas de que, por más que pierdan, va a seguir yendo. Porque el rugby debería mostrar ese amor constante para con la camiseta. Sin eso, no podés ganar nunca. Al rugby lo jugás con esa pasión. El fútbol es mucho más técnico.
-¿Vélez se hubiera llenado si no se le ganaba a los Springboks?-Es el exitismo de la gente. A Messi lo chiflaban en el Monumental. Es inentendible. A mí me hacía un ruido gigante. No podés controlar la pasión de un hincha. Ahora bien, que te eleva la presión de tener que ganar, sí. ¿Qué cambió? Que en muchas partes es un negocio. Y aparte los jugadores ganan plata. Levantaste todo.
-En estos últimos cuatro años la entrega se mantuvo y decreció el apoyo.-Pero eso lo estás midiendo sobre gente que va a la cancha. tampoco es la realidad de lo que se vio en Vélez el otro día.
-¿Cuántas entradas se vendieron? ¿El protocolo fue más grande de lo habitual?-No. Dos días antes se tomó la decisión de poner la entrada para los chicos a 50 pesos. Que la cancha se llenara con chicos es una decisión que teníamos tomada de antes. Tampoco es la realidad. Fue así porque se le ganó a Sudáfrica. Hubiesen ido las 15.000 personas que pagan siempre por ver rugby. La realidad del rugby argentino, aparte de que lo hemos hecho federal, es que pagan un promedio de entre 10 y 15.000 personas. Es mucho más de lo que fue históricamente en el rugby