Saja disfruta del momento del club, diferente a lo que pasaba previo a su llegada. Y no descarta renovar.
Un grito con tono de líder, una indicación tras otra, un centro que descuelga, una tapada abajo, una salida veloz en un mano a mano, una volada a un ángulo. Estas son algunas de las acciones que los hinchas de Racing suelen ver los fines de semana de un referente como lo es Sebastián Saja. Pero detrás de todo eso que lo llevó de viaje al corazón de la gente, hay una sensación escondida que siempre recorre su cuerpo. Algo que muchos jamás imaginarían en un arquero de su experiencia y que hasta hoy sólo sus íntimos conocían. Para el Chino se trata de un escudo que le brinda seguridad más allá de que suene paradójico. “Juego con más nervios que cuando tenía 20 años”, revela el subcapitán de la Academia.
-Me sorprende lo que decís. ¿Cómo se explica? -Es que ahora soy mucho más consciente de las cosas. Cuando uno es chico no se da cuenta de lo que se está jugando. Ahora ni siquiera en un amistoso puedo jugar sin nervios. Siempre está el miedo a comerte un gol...
-Dicen que el miedo puede paralizar. ¿Nunca viviste esa situación? -Lejos de paralizar, el miedo te da una mayor responsabilidad y te pone en estado de alerta. Es que si no existiera el temor al error, cometería más fallas. Los goles que nos comemos los arqueros es por exceso de confianza. Y eso tiene que ver con la pérdida del miedo. El arquero que no teme equivocarse, para mí es peligroso, je.
-¿Cómo ves al equipo? -Con mucho sentido de pertenencia. Defiende lo que consiguió y el reconocimiento que se ganó. Si bien por momentos no llenamos los ojos del espectador neutral, nuestra entrega es la máxima.
-¿Y cómo se forjó ese sentido de pertenencia? -Lo transmite el paso del tiempo, los jugadores que llevan varios años en el club y el espíritu con el que los hinchas hoy van a la cancha. Eso hace que el jugador sienta muchas ganas de defender esta camiseta y se encariñe. Hoy, si un jugador tiene la chance de irse, se le hace difícil la decisión. Antes era mucho más fácil irse de Racing que quedarse. Eso habla de querer permanecer, de disfrutar del momento, de ser parte de una época en que el club se acostumbró a los buenos resultados.
-Cambió la mentalidad.
-Sí. En otros momentos los hinchas venían a la cancha sólo para ver la camiseta. Y hoy también vienen a ver un equipo que se mata en el campo. Nos retroalimentamos con los hinchas. Ellos reciben algo desde la cancha y nosotros sentimos su energía, pensando que si vamos ganando 1-0 no se nos puede escapar. Tenemos un buen ida y vuelta con ellos.
-Bajaron el nivel con respecto al torneo del título de 2014. ¿Qué pasó? -Eramos un equipo al que no le hacían goles y que, cuando llegaba, convertía. Ahora nos está costando: nos hacen más goles y tenemos que crear más situaciones para marcar.
-¿A qué se debió esto? -Puede ser por la búsqueda de querer seguir progresando, incorporando cosas. A veces eso hace que desprotejas otras virtudes. Lo que tuvimos en un momento, que no te conviertan y convertir, era el ideal en el fútbol. Pero el equipo seguirá respondiendo. Y después, está lo que más cuesta en el fútbol argentino: la regularidad. Hemos tenido un nivel muy alto y en algún momento lo bajamos un poco, aunque nunca de manera preocupante. Jamás fue un descenso que vos digas ‘la pucha, esto no es Racing...’.
-¿Los cambios de esquemas y nombres atentaron contra el nivel? -Es como cuando cambiás de nombres: a veces se puede resentir algo la estructura con esos cambios. Pero este es un grupo inteligente que se adapta a las variantes. Siempre que se intentó confundir al rival, lo tratamos de incorporar.
-¿Cocca los consulta sobre cuestiones tácticas? -Opinamos cuando nos pregunta. Es un entrenador que mantiene diálogos con todos, no sólo con los más grandes. Hace consultas porque tenemos jugadores maduros: además de Milito, están Lollo, Videla, Aued, Cerro... Son jugadores que pueden expresar su opinión si el entrenador lo requiere. En este plantel los jugadores saben el lugar que ocupan y no invaden. Por eso el técnico se permite preguntar, por el respeto de los jugadores.
-Nacho González, técnico de la Sexta, dijo que tiene cero relación con Cocca. ¿Qué pensás? -Trabajé mucho tiempo con Nacho (lo tuvo de entrenador de arqueros) y siempre dirá lo que siente. Tenemos dos personalidades fuertes, pero el tiempo que estuvimos juntos nos llevamos muy bien. Desde el tiempo que estoy acá (llegó en 2010), Racing ha tenido muchísimos beneficios por recursos que se generaron de las Inferiores. Eso no se va a terminar. El club sigue teniendo mucho de eso para seguir nutriéndose, es muy pero muy bueno en lo deportivo y económico. Pero nosotros no intervenimos en ese tipo de desacuerdos que puede haber.
-Tu contrato vence en junio de 2016. ¿Te imaginás renovándolo? -Dependerá de dos cosas: de mi nivel y mi salud. Soy muy estructurado, planifico todo y armo el futuro. Lo que no puedo planear son esas dos cosas, más allá de achicar el margen lo máximo posible en cuanto a mi rendimiento. Necesito estar bien físicamente de acá a lo que me queda de carrera. No puedo tener lesiones importantes, aunque siempre juegue los partidos con dolores.
-¿Cómo es eso? -Sí. Desde los 32 años (hoy tiene 36) juego todos los partidos con dolor: en una muñeca, un hombro, una pierna... Aprendí a convivir con eso, y ya sin margen para el desarreglo a esta edad. Entre los 20 y los 30, si una noche te acostaste tarde, al otro día no pasaba nada. Hoy eso sólo está permitido en vacaciones.
-Hablando de etapas finales, ¿Milito quiere seguir después de diciembre? -Charlo mucho con él de esto, tenemos la misma edad, nos pasan muchas cosas parecidas. Hablo con él para ver qué piensa y saber si me sucede lo mismo. Diego es más del día a día que yo. Será de acuerdo a cómo se vaya sintiendo domingo a domingo. No se pone plazos, va disfrutando de cada práctica. Por ahí un lunes te dice una cosa y al otro, una distinta. Lo mío se proyecta a lo que pase después de junio.
-¿Lo imaginás en un futuro ligado a Racing? -No tengas dudas. Desde el lugar que sea, tiene que quedarse siempre en Racing. Le hará bien al club. Todos los que estemos cerca suyo intentaremos que siga ligado al club.
-¿Qué le dijeron a Brian Fernández después de sus casos de dopings? -Lo único que pude decirle fue que aproveche la segunda oportunidad que le dio el club. ‘¿Te equivocaste? Bueno, tenés una nueva oportunidad’. Todos la merecemos. Que no vuelva a fallarle al club ni a sus compañeros, que están confiando en él. Además, pienso que lo mejor es no hacerlo sentir que uno lo trata diferente, sino que viva el día a día como todos aunque sea duro para él que llegue el domingo y no pueda competir.
-¿Cómo lo definís a Oscar Romero? -Es un chico con muchísimas condiciones. Para su edad, es muy maduro. Y tiene una cualidad difícil de encontrar en un chico de 23 años: es muy futbolero y también sano. Parece un chico mucho más grande de lo que es. Le veo un futuro enorme. En los primeros seis meses le costó la adaptación al fútbol argentino por venir del paraguayo, que es distinto. Pero le puede dar muchísimo a Racing desde lo técnico.
sisi ya se pero igual no.me deja verla
