Algo que me parece bueno de las leyes argentinas (las leyes en sí; no cómo se aplican, claramente) es que si bien a esa edad (17 años) sos menor, también estás en condiciones de ser juzgado. Si el acto se llevó a cabo con la libertad, intención y discernimiento de los pibes, me parece una pelotudez condenar a una profesora a 22 años, sólo por la legalidad. O sea, en un par de meses, hacer lo mismo no hubiese tenido ninguna consecuencia, con los pibes con 18 años.
Para mí con removerla del cargo y una causa, hubiese bastado. Y lo mismo si era un profesor con una alumna de 17, eh. Si hubo intención, libertad y discernimiento, no fue violación ni corrupción de menores, es una boludez... 22 años loco!! una vida.
Pero los yanquis son muy estrictos con esto, si alguien vio la película "That's my boy" de Adam Sandler, sabrá que ocurre exactamente lo mismo, ja.