Parece que es mucho más fácil reírse y ridiculizar que analizar y, recién ahí, intentar (aunque sea intentar) refutar. Y mañana nadie llamará la atención sobre estas tan felices (para Boca) "casualidades", como tampoco nadie, al menos en los medios masivos, pone en contexto el simple "2+2":
1) elecciones en Boca a mitad de año y el campeonato local justo es largo, por lo que no sirve, entonces a Macri (o Angelici, o Gamarnik, o Hidalgo, como quieran) le queda la copa para no perder las elecciones (y sobre todo la caja personal y de financiamiento político, su feudo, su "provincia") en Boca;
2) Boca, que se había quedado afuera, tras una asquerosa maniobra de la AFA promovida y avalada por los grandes medios (Clarín sobre todo obviamente) se inventa un "desempate" en el medio del verano para entrar a la Libertadores; entra naturalmente;
3) justo "le toca" el grupo más fácil x lejos, mientras que a los dos brasileños que más guita gastaron los ponen en el mismo grupo que el campeón e histórica bestia negra para ellos (San Lorenzo, aclaro por las dudas), y a River le "tocan" un viaje a la altura y otro que es el más lejano posible;
4) "Operación Osvaldo ídolo" (véase "Operación Fabbiani" hace unos años) para que un clavito saque a otro clavo (llamado Riquelme),
y por si todo lo demás falla (incluyendo la copa)
5) "Operación Tévez viene en junio"
Pero como todavía, si bien ultra condicionado por decisiones previas de escritorio y simultáneas de los árbitros designados o "sorteados", mal que mal se juega al fútbol adentro de la cancha y son demasiados partidos y gente como para manejar todo, sucede lo increíble: se les va la mano con River, pero no lo suficiente, y termina clasificando con ¡7 puntos!, saliéndole el tiro por la culata a la creación del mito del "Boca imparable y natural ganador de la Copa" que quisieron armar. Las maniobras de hoy entran en ese contexto.
Y miren que hasta principios de año, incluso ya consumada la llamativa entrada por la ventanita de Boca en la copa, parecía que este iba a ser otro año para "River volvió a ser River", o sea, que River iba a seguir cabalgando sobre el caballo del comisario, y sobre todo en la Libertadores. Pero, si bien obviamente pudieron "manonegrearnos" la Recopa, después resultó que al final, en 2015, "Boca es Boca".
Este enfrentamiento con River pone en riesgo todo el esfuerzo que hicieron los controladores de Boca, el trabajo "fino" (que en realidad fue burdo) para manonegrear su entrada a la copa, armar los grupos, etc., porque al único equipo que no pueden (mejor dicho no se animan, no les conviene, es demasiado riesgoso y queda demasiado expuesto todo) manonegrear lo suficiente como para "asegurar" salir ganando es justamente River (y viceversa para River respecto a Boca).
Uno pensaría que justamente el hincha de San Lorenzo, y más después de cosas tan relativamente recientes como los robos históricos de 2003 y –sobre todo– de 2008, no sería tan necio ante cosas tan flagrantes.