El partido lo vi con mis amigos que siempre vamos a la cancha juntos.
Cuando Torrico atajo ese bochón empecé a llorisquear, nose porque, se me caían lágrimas solas. Cuando termino todo y fuimos campeones, me quebré en llanto mal, me acordé de mi familia, de los que ya no están, los que sí.
Apenas agarre el celular tenia mensajes de mi vieja (de River) como loca, re contenta, diciéndome que aproveche para festejar, que me vaya a San Juan y Boedo y que la disfrute como nunca. Mi viejo (cuervo) lo mismo. Mi primo del rojo también mandándome mensajes felicitando por el campeonato. Ellos fueron los que me veían llorar cuando peleamos el descenso, los que se preocupaban cuando me iba a alguna provincia a ver a San Lorenzo, los que me bancaron todos estos años.
También se me cruzo por la cabeza todo lo que sufrimos para llegar hasta acá, el viaje a Catamarca, las 14 hs de vuelta. Merecíamos algo así, fué un desahogo terrible.