No me gustaría estar en la cabeza de Pizzi en estos momentos.
Valencia es un grande en España, pero está endeudado hasta las cejas, con problemas institucionales, con una hinchada exigente, pero nada heroica como la nuestra. Para colmo, la Unión Europea lo está investigando por las ayudas recibidas del Estado. Puede desaparecer. A su favor, está en el prepotente fútbol europeo y es más vidriera que nuestro querido San Lorenzo. Si le sale bien, se "para" como el Cholo Simeone o como el Ingeniero Pellegrini.
En San Lorenzo ha cerrado muchos ortos, es indiscutible hasta que, Dios no lo permita, sea eliminado de la Copa Libertadores o encadene una serie de derrotas en el Torneo Final, al que espero más competitivo y con más ayudas a los de siempre. A su favor, si gana la Copa Libertadores, se puede vender mucho mejor y elegir un club con más posibilidades de sobrevivir al ajuste que se viene en el fútbol español.
Tengo la sensación que en su corazón juegan al cincuenta por ciento su entusiasmo por dirigir en Europa como su caballerosidad. Con el corazón y la mente empatados, habrá que ver para dónde tira su familia que es la que define por penales.
Saludos