Lo del Ingeniero fue extraordinario en muchos clubes. Al Villarreal, un equipo que ascendió a Primera por primera vez en 1998, le dio su único subcampeonato (en 2007/08, el campeón fue el Madrid) y poco antes lo había llevado nada menos que a las semifinales de la Champions League, en la primera participación del club en esa competencia (a la que se clasificó bajo su mando). Con el Málaga repitió lo hecho en el Villarreal, si bien con la ventaja de conducir a una plantilla mucho más rica, financiada por los petrodólares árabes. Conquistó la mejor posición histórica del club en la Liga (4to puesto, en 2011/12), clasificándolo por primera vez a la Champions League, en la que superó invicto la fase de grupos y llegó hasta los Cuartos de Final (en donde cayó contra el futuro finalista Borussia Dortmund). Como todos sabemos, en San Lorenzo se había consagrado campeón récord del Clausura 2001, había logrado el récord de victorias consecutivas y había conquistado el primer título CONMEBOL del club. Con el Madrid no ganó ningún título, pero su equipo marcó varios récords: mayor porcentaje de puntos sobre los posibles (más tarde superado), mayor número de victorias de local, mayor número de victorias como visitante y mayor número de victorias totales (también superado posteriormente). Ocurrió que debió pelear con el mejor Barcelona de la historia y, posiblemente, el mejor equipo de los últimos 15 o 20 años del fútbol mundial. El punto flojo de esa temporada fueron las tempranas eliminaciones en Copa del Rey y Champions League.
En España dirigió nueve temporadas. Cinco en el Villarreal (fue 3º, 7º, 5º, 2º y 5º), una en el Real Madrid (2º), y tres en el Málaga (11º - llegó a mitad de temporada con el objetivo de salvarlo del descenso -, 4º y 6º).
En el City ya sabemos cómo le va (llegó en 2013, ganó una Premier y una Copa de la Liga).
El estilo del Ingeniero no es conservador, pero no es exactamente el que se pregona desde el Barça. La verdad es que no sé cómo le vendría al Barcelona, pero ojala alguna vez podamos tenerlo sentado de nuevo en nuestro banco... y en Boedo.
