Y bueno, esto último del "Clasico Mundial" -encima lo registraron, patético- no hace más que confirmar lo que es patente desde que "River volvió a ser River" (léase asunción de D'Onofrio) -o sea, desde que River recuperó su lugar como club del Establishment, volviendo a acompañar a Boca, que estuvo en soledad desde la alianza Macri-Afa(GRondona)-TyClarín, "firmada" en 1998 y que duró hasta 2009, por razones de público conocimiento (el canto del cisne, y su expresión más clara y exagerada fue en el Triangular PEdro Pompilio)-. River y Boca vuelven a ser los socios que fueron gran parte de la historia, asociados para cagarse en todo el resto y agrandar lo máximo posible la brecha entre ellos y los demás. Autoinflándose y vendiendo humo -que con ansias compran los mayores medios, sobre todo Clarín, y los demás siguen- para después a la hora de negociar por plata sentarse a la mesa con los demás cada uno en la cabecera y mirando desde el hombro, de costado, o ya ni siquiera sentarse a la misma mesa: lo que vienen haciendo D'Onofrio y Angelici es juntarse en privado, arreglar ellos y después van y le dicen a Segura (o al que sea presidente de AFA) y al resto de los clubes: "Bueno, muchachos, la cosa es así", y es tómalo o déjalo, o mejor dicho, eso quieren que piense el resto de los dirigentes, eso buscan con todo su humo. Ahora con la gran alianza de los medios hiperconcentrados, o sea siempre tuvieron a los medios masivos de aliados, pero como había mucha más oferta mediática y -sobre todo- mucho menos impacto de los medios en la gente, en el día a día y todo el tiempo, los medios no podían hacer tanto por polarizar. PEro ahora, desde por lo menos mediados de los '90, con el auge de TyClarín...
Quizá el resurgir -vía escritorios y árbitros- de Independiente, que volvió y en forma de Camioneros, nos haga un poco de compañía en esto de disputarles "espacios de poder" a Boca y River, que es lo que podríamos estar haciendo con Tinelli y su labor empresarial y de difusión, y la labor de difusión de Mortensen y el Papa... pero sobre todo porque somos los únicos que ganamos títulos medianamente seguido, peleamos campeonatos regularmente y, además de eso, también tenemos muchísimos hinchas y una historia de la RPM. No hay hoy, y no lo viene habiendo desde mediados de los '90, otro club de fútbol que pueda decir lo mismo, sacando a las dos que son "la mierda de Argentina". Por eso, quizá de algo termine sirviendo la camionerización de Avellaneda.