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El Flaco Rifourcat

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cuervo pueyrredon:
Nota al Flaco en ole : http://old.ole.com.ar/diario/1999/11/19/t-00201j.htm
UN POCO DE HISTORIA
"Salí a flote por San Lorenzo"

Alfredo Rifourcat ya era un ídolo silencioso cuando en 1989 un hijito murió pocas horas antes de un partido. Decidió jugar igual, la hinchada lo ovacionó como nunca y por eso el Flaco es un eterno agradecido a la gente del Ciclón.


IGNACIO LOPEZ LATRE

   
Rifourcat fue casi un símbolo del equipo de su época. Sin embargo, aún no conoce el Nuevo Gasómetro. Nadie lo saca de su playita.
En sus valijas, Alfredo Oscar Rifourcat acumulaba recuerdos de sus pasos por equipos de Chile, de Colombia, de Tandil, de la Patagonia. Fuera de La Plata, sólo era conocido en el populoso barrio de Mataderos, donde se había consagrado como ídolo absoluto de Nueva Chicago. Pero la vida le trajo una sorpresa. A los 27 años, le llegó la oportunidad de formar parte de un equipo grande. Pero no llegó para ser un integrante más del plantel. Llegó para ganarse un puesto en silencio, y nada menos que en la Copa Libertadores.

-Llegaste a San Lorenzo siendo un desconocido. -Exactamente. Lo mío fue muy sorpresivo, porque vine de Colombia y ahí nomás empecé a jugar la Copa. En el plantel había jugadores de mucho nivel técnico y yo era un picapiedras más, como muchos. Pero los equipos de Veira siempre tienen un mediocampista de ir y venir constante. Y el Bambi optó por mí para jugar con Pipo Gorosito. Al principio pasé inadvertido, pero después la gente me fue apoyando, me empezó a reconocer como el flaco de flequillo que había jugado en Nueva Chicago.

-Después de haber jugado en tantos equipos, ¿qué significó llegar a San Lorenzo? -San Lorenzo es como el slogan del Independiente Santa Fe de Bogotá: "La fuerza del pueblo". Y el Ciclón es eso, puro sentimiento, garra y corazón. Se dice que Boca y River son los más grandes... Pero San Lorenzo está ahí, con ellos.

-Es una de las hinchadas más fieles del fútbol argentino. -Dicen que por la concentración no se escucha nada. Verso. Dentro de la cancha escuchás todo, cuando te aplauden o cuando se acuerdan de tu mamá. San Lorenzo tiene una gente especial, fanática, a la cual quise muchísimo. A veces, cuando gritaba "Flaco, flaco", me hacía temblar.

El domingo 5 de marzo de 1989, el Flaco tembló en una cancha como nunca antes lo había hecho. A pocas horas de jugar un partido contra Argentinos Juniors, uno de sus dos mellizos había fallecido a los quince días de vida, por las complicaciones de un parto prematuro. Destrozado anímicamente, Rifourcat igual hizo su bolso y enfiló para la concentración.

-¿Por qué decidiste jugar? -Porque la gente se pasa la semana laburando para ir el domingo a la cancha y ver que su equipo gane. Por eso fui... Hmmm, eso es una cosa que hasta el día que me muera voy a llevar adentro. Por el dolor insoportable que tenía en el corazón, pero también por la satisfacción que me dio el aliento incondicional de la hinchada.

-Por qué no contás lo que pasó. -El viernes anterior a ese partido, tuvimos la desgracia de perder al mellizo. El sábado lo llevé al cementerio, puse el cajoncito en el nicho y me fui a concentrar para jugar contra Argentinos. Esa tarde, cuando terminó el partido, la gente me aplaudió todo el tiempo y coreó mi nombre al final. Los muchachos me abrazaron y me dedicaron el triunfo. Fue una emocionante muestra de reconocimiento, de decir: "Este tipo tuvo un drama, pero vino igual y se la jugó por San Lorenzo". A pesar de lo del mellizo, yo seguí en el club, no bajé los brazos ante tanta tristeza, y, lo más importante, rendí. Esa es una recompensa que me gratificará para siempre.

-¿Pediste jugar especialmente ese día? -En realidad, el Bambino no quería que jugara. Cuando me fui de la concentración, era para no volver. Me había ido el viernes a la noche, y, sin decir nada, volví a la tarde siguiente. Me preguntaron si estaba en condiciones y dije que sí... El lunes salió en todos los diarios la foto en que estaba llorando. ¿Sabés? No quiero saber nada con esa foto. No, no... No la quiero ver: mi viejo la tiene, pero yo no. Para mí, esa foto va a quedar archivada para siempre.

-¿Cómo fueron las semanas siguientes al fallecimiento? -Después todo fue muy duro. Quizá demasiado. Y si seguí fue por el apoyo del plantel. Los muchachos me hablaban permanentemente: que tenía a Alfredito, el mellicito que me había quedado. Y también que estaba la nena más grande, que tenía que seguir luchando... Así, gracias a San Lorenzo, pude salir a flote, tanto yo como mi familia.

-Era un grupo acostumbrado a las pálidas. -Te juro que estuve en varios equipos, pero la unión que había en ese plantel no la vi nunca. En la cancha no éramos once, éramos uno solo. Afuera nos podíamos putear, pero adentro era otra cosa. No tuvimos la suerte de ganar un campeonato, pero tengo entendido que ese equipo de San Lorenzo quedó en la historia por su amor propio.

-¿Por qué te fuiste del club al final de esa temporada? -Porque mi familia y yo necesitábamos cambiar de ambiente, queríamos estar lejos un tiempo para recomponer nuestras vidas. Te aseguro que de no haber ocurrido esto, me habría quedado a vivir en San Lorenzo, no me habría ido jamás. Por cómo me trataban, era para quedarse a vivir. Lamentablemente, con la muerte del mellizo, le prometí a mi señora que al finalizar el contrato nos iríamos al lugar del mundo que ella quisiera.

-¿Te sentís recordado por lo de ese fin de semana? -No sé, porque me desvinculé totalmente del fútbol. Me gustaría que la gente me recordara no sólo por aquella tarde, sino también por mi forma de ser y mi honestidad.

-¿Cómo definirías a aquel equipo del Bambino? -La gente que vivió en ese plantel sabe lo que se tuvo que pasar. Amarguras, llantos, abrazos, no teníamos agua ni ropa. Una vez, me entrené en jeans. Y seguíamos. El artífice fue el Bambino. Un día, en Córdoba contra Talleres, nadie quería la 9. Decían que estaba mufada. Y Veira me la dio a mí. Gorosito se agarraba la cabeza: "¿Al Flaco le diste la 9?" El contestó: "Pero si Rifourcat es como Van Basten, Pipo".

Cuervo Mestizo:
No me dan los años para saber quien era Rifourcat, pero de este ejemplo a Carlos Valdés... que brecha no? Un tipo que necesita el calor de la gente para salir del pozo y otro que tiene la gloria en la cara y elige la zanahoria...

En jeans entrenó el tipo. Eramos tan pobres!

Y gran bambifrase la del final.

bandejas_2:
Que nombre, era chico y me acuerdo del flaco.

A los que nos acordamos de las vacas flacas, nos estruja un poco el bobo el nombre de Malvares, Rifourcat, a mi me encantaba el Pirata, tengo en la memoria a Riquelme, topolino Riquelme...

Roberto Lopez:
Tenia 6 o 7  años cerca de la libertadores 88 no me acuerdo tanto pero puedo asegurar que rifourcat seguramente es el jugador que mas aplaudi en toda mi vida un genio que dejaba el alma en cada jugada,si mal no recuerdo era tan animal que en un partido fue a trabar una pelota y conto que escucho un ruido le miro la pierna al rival y no tenia nada y se miro la de el y estaba quebrada despues de eso me parece que se retiro,igualmente aunque estuvo poco en el culb quedo en la historia por formar parte de semejante equipo,Giunta,Ortega Sanchez jugadorazos

Tambien por esa epoca estaba en el arco nuestro Pogany de los mejores arqueros que vi

Daniel_77:
Teníamos HOMBRES en el plantel.
Esa copa era nuestra, la del 88... eliminamos al campeón Peñarol...

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