Buena columna de Clarín por Julio Marini, sobre el tema en cuestión.
http://www.clarin.com/deportes/administrar-egos_0_1136886456.htmlEl campeonato argentino se está definiendo entre varios, con la emoción que puede entregar la humildad de nuestra realidad futbolística.
Al mismo tiempo hay un conteo que avanza, el del Mundial de Brasil que comenzará en un mes.
Y para sumarle ingredientes a nuestro fútbol y pasiones por la pelota, hay actores rutilantes en el gran escenario de Europa, y de esto hasta intenta surgir una polémica alimentada más por el periodismo para que se enganche el hincha, que a la inversa: el caso Carlos Tevez, quien no tuvo ni tendrá lugar en la Selección con su actual conducción.
DESDE AFUERA. Alejandro Sabella tiene separado por un canal y sin manchas de dudas su plan A y su plan B, si se puede simplificar así la estrategia que sostienen Messi y Agüero. Este último, clave en los dos títulos del Manchester City en tres años. Y el otro es Leo, en un momento de mayor torbellino y versiones con el defenestrado Barcelona, que aún depende de sí mismo para hilvanar otra liga. En Inglaterra, donde al menos siete equipos pueden ser campeones, es el torneo más competitivo del mundo y suele definirse en la última o penúltima, Agüero es rey. En España, donde ahora discute un trío (Atlético de Madrid se sumó al Real y al Barcelona), en el momento de su mayor siesta, Messi sigue en el trono. Sabella tiene al rey, al rey adjunto, dos delanteros por afuera (Lavezzi, campeón y figura en París, y Palacio, brillando en un equipo que se deshilacha, Inter). Y como 9 de área, hay uno sólo, Higuaín, goleador e ídolo en el Napoli italiano.
Carlos Tevez es un extraordinario jugador, campeón y goleador con Juventus, que reina sin oposición (como hace poco fue el Inter). Fue el equipo más competente, sí, y venció también gracias a la incompetencia de la mayoría de sus rivales. No tuvo contra, y Tevez brilla como lo hicieron más aún los líderes del equipo, el chileno Vidal y Pirlo. Claro, cuando Juventus debió pisar la final de la Europa League lo sacó el Benfica, campeón de una liga inferior, como la portuguesa.
DESDE ADENTRO. Alejandro Sabella es un tipo mesurado. Como todo conductor de grupo de estrellas o “creadores” sabe que es más un administrador de egos que de otra cosa. Y al mismo tiempo sabe que su proyecto como “gerente de fútbol” si no tiene éxito lo señalará hacia fuera el índice del que manda. Y para sus males, son millones de accionistas los que le bajarán el pulgar: los hinchas. ¿Por qué Sabella querría inmolarse? El sabe que Argentina deberá buscar más de lo que deberá protegerse (como Brasil o España, por genética e historia) y allí quiere estar bien seguro. Es cierto que descuidó el patio de atrás (defensa y arqueros), pero es su apuesta. Por eso no modifica nada adelante. Por eso creemos que, acertadamente, ese gran futbolista que es Tevez no tiene lugar. Tevez juega en la zona de Messi o de Agüero (planes A y B, claves por supuesto). Y no es mejor que ellos.
Además, todo administrador debe saber qué administra. Y el de egos, menos aún puede no incentivar la armonía y generar mística. Si no se logra, todo es fastidio y falta de compromiso. Y así los procesos fracasan, inexorablemente. Y algo tan grande como la Selección no puede ni debe arriesgarse.
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