Ayer le pregunté a un conocido colombiano porque la mayoría de los jugadores de su país "comen dios y cagan diablo". Y me dijo que la mayoría son así, pero no solo los jugadores. Colombia es un país neoliberal y muy católico, por lo que es normal que haya personas que se llenen al boca hablando de Dios y toda esa huevada pero su verdadero amor es hacia la guita. La guita por sobre todo los otros valores, en éste caso el jugar por la gloria, el saber que una comunidad tan grande como la del ciclón sueña con algo. No les importa, ellos quieren guita.