¡Cómo se extrañan aquellos buenos viejos tiempos del paro campestre!. Meses con rutas cortadas por todos lados, desabastecimiento, el tilingaje terrateniente (de macetas) apoyando con fervor. ¡Esa sí que fue una protesta justa!, tanto que ni siquiera se los llamó piquetes y mucho menos piqueteros...