Así estamos con este plantel muy bien pago y vago, alimentado y fomentado por una dirigencia pan de leche. Y el querido Pampa, hoy, un pobre mulo de la misma dirigencia, dispuesto a hacer lo que le indiquen.
Clarito, venían entusiasmados en la charla con Heinze hasta que el Gringo les dijo... que no le gustan los jugadores grandes, que si agarra, él trabajará con los que él crea, y que la dirigencia se haga cargo del geriátrico de lujo. Traducido: limpieza de plantel y vestuario.
Me parece que de pronto, no sé, el Pampa se convirtió en el esforzado técnico al que hay que darle una oportunidad...