Mezclar el patriotismo o el nacionalismo con el fútbol ya de por sí es medio pelotudo, pero coincido en que en algunos casos es cierto que no tiene fundamentos eso de jugar para otra selección , el caso de Camoranesi por ejemplo, nació acá y se crió acá, listo flaco, no tenés chance de jugar para Italia, andá a otros lados con las boludeces de la sangre; o más extremo el de Guillermo Franco que porque jugó a los 30 años en México juega para su selección.
Ahora, casos como los de Higuaín el tipo nació en Francia pero se crió acá, de francés (igual acá es muy complejo determinar "qué es ser francés") no tiene nada más que haber nacido allá por cuestiones azarosas.