Si siempre fuiste futbolero, es muy difícil cambiar de club a esa edad. Pero si no le dabas mucha bolilla hasta entonces, no es tan raro. Conozco varios casos de conocidos que fueron de un club durante su infancia y en la adolescencia, cuando se engancharon más con el fútbol (no con la práctica del deporte, sino con el hecho de seguir el fútbol de Primera), cambiaron de camiseta.
Sé del trabajo de Guede en Chicago y Palestino, pero no lo he seguido, no obstante, esa declaración no me jode y para mí no sería obstáculo para un futuro arribo al Ciclón.