Qué tremenda bestia que es, no solo te resuelve un montón de problemas futbolísticos por las condiciones que tiene, sino que contagia a sus compañeros, ¿cómo no te vas a romper el alma por el de al lado si ves al vikingo yendo a trabar con la cabeza? 0 fútbol tenés que tener para no querer a alguien así en tu equipo.
Aun con las mil cagadas que se mandó Lati en este último período, la peor de todas fue no cuidar a Kannemann.