“Estos jugadores son en su comportamiento filosóficamente unos nazis asquerosos”, esgrimió el periodista Víctor Hugo editorializando el festejo burlón con que la selección alemana se acordó de la derrotada Argentina, ante cientos de miles de fanáticos que los recibió hoy en las Puertas de Brandeburgo, en Berlín.
"Así caminan los gauchos, los gauchos caminan así", cantaban encorvados el arquero suplente, Roman Weidenfeller, el defensor Benedikt Höwedes, el mediocampista Toni Kroos, los delanteros Miroslav Klose, André Schürrle y el autor del gol del título, Mario Gotze, encorvándose mientras avanzaban sobre la pasarela. Después, a medida que se erguían y celebraban su cuarta copa mundial, gritaban: "Y así caminan los alemanes".
Víctor Hugo no pudo con su genio y soltó su enojó: “Pensando así como esos jugadores, mataron a 6 millones. De la misma manera, con el mismo recorrido mental, con el mismo grado de imbecilidad y de creencia de superioridad”, sentenció ante el festejo alemán.
“Con esto que a mí me parece bastante más que una mancha, con el una actitud despreciativa. Así se comportaron respecto a los judíos, a los gitanos y a las 6 millones de personas que asesinaron en los años 30 y 40”, dijo en una catarata de frases hilvanadas con verborragia y fastidio.
Lejos de relativizar sus dichos fue subiendo la apuesta hasta el punto de llamar “nazis asquerosos” a los jugadores alemanes que festejaban su hazaña. “Si vos miras el mundo desde esa supuesta estatura, después todo te queda demasiado abajo. Entonces cualquiera que tenga el despropósito de encararte o enfrentarte, lo menos que merece es que los pongas en una cámara de gas”.
“Estos jugadores alemanes son en su comportamiento filosóficamente unos nazis asquerosos”, sentenció.
En un comentario que englobó a toda la sociedad alemana, el periodista siguió: “Yo creí que los alemanes estaban tratando de reconvenir seriamente, pero si ellos se animan a hacer eso es porque alguien se los festeja”.
“Cuando las derechas se comportan de esas maneras, despreciativas hacia los demás, es porque saben que hay caldo de cultivo favorable, de otra forma no se animan”, subrayó. Y enfatizó: “si no cae mal es porque todavía hay una parte de Alemania muy enferma. Y estos enfermitos que se comportaron de esa manera no estaban festejando, estaban mostrando la hilacha de una Alemania que no cambió tanto”.
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