Estar con la soga al cuello para pagarle una millonada a Angeleri, Coloccini, Caruzzo y más de 20 contratos al pedo sólo te puede pasar a propósito. Acá no hay errores, hay gente que se llenó los bolsillos a costillas de San Lorenzo. Si tenés mil profesionales, tenés mil platos de donde picotear. Si firmas salarios exorbitantes para tipos que no lo valen, sabes que eso viene con retorno.
Tal vez exagero, pero conociendo el paño, no debe estar muy lejos de la realidad.