Yo estaba re caliente, tiraba cosas, golpeaba la mesa, insultaba, pero cuando hizo esa juro que no podía parar de reírme, me agarró una tentada de aquellas. Creo que fue un mecanismo de defensa del cerebro para no llorar.
Pobre Cauteruccio loco, no para de hacer el ridículo, la verdad me da pena, me cae de diez, parece un tipazo, pero está para Quilmes. Me comí la del gol de la Libertadores, creo que era mas para convencerme de que estaba volviendo a su nivel pero no.
Hoy hizo absolutamente todo mal, como todo el equipo, pero este hace cosas insólitas.