Hasta que no se arregle con los acreedores, es difícil que el Gobierno anuncie ningún plan pospandemia. Sería como anunciar un planteo de partido sin saber los jugadores con los que se cuenta.
A pesar de las muchas presiones, incluso de los buitres de adentro, cuya cara visible es Clarín, hasta ahora no se ha anunciado ningún acuerdo ruinoso para el pueblo. Eso es bueno. Veremos cómo termina. Y cuando.
Si diera definiciones ahora, diciendo que va a hacer esto o aquello, los acreedores podrían usarlo para apretar más, teniéndolo al gobierno atrapado entre aflojar, para poder cumplir las promesas, o no arreglar, y por lo tanto no poder cumplir. Creo que nos tienen agarrados de las bolas. Y hace frío.
Luego, si realmente se llega a un acuerdo, veremos qué rumbo toma el Gobierno para salir lo mejor parados posible de las ruinas en que nos va a dejar esta pandemia. Si se rescata a todos, a los más vulnerables, a los más poderosos, o a nadie. Pero primero lo primero.
Lo primero es salvar vidas. Mientras tanto, asistiendo a los que no pueden más, y ahí vuelvo a decir que se están quedando re cortos.
Pero pedir que se anuncie una planificación, tanto económica como sanitaria, en este momento y con este virus de mierda suelto, me parece una pérdida de tiempo.
Lo escuché a Navarro, reclamando al Gobierno que tome el centro del ring, anunciando soluciones, antes de que los sembradores de odio empiecen a cosechar. Yo estoy de acuerdo, pero, como dije antes, creo que primero estaría el acuerdo con los acreedores.
Pavada de callejón sin salida este en el que estamos, con una pandemia atrás de la otra.