¿Y si los humanos son los pilotos de los OVNI?
Y ahora, en un interesante libro recién publicado por Michael Masters , profesor de antropología en la Universidad Tecnológica de Montana, surge una nueva e interesante posibilidad: ¿podrían los OVNIS estar pilotados por seres humanos que vienen de un lejano futuro? ¿Podrían ser esas extrañas criaturas con las que muchos dicen haberse encontrado, casi siempre con formas humanoides, ser en realidad nuestros lejanos descendientes , regresando del futuro para estudiar su propio pasado evolutivo?
La idea, por supuesto, no es nueva . Pero en su libro, Masters estudia esa posibilidad con «otra mirada», y ofrece una interesante perspectiva que invita a la reflexión. Por ejemplo, Masters está convencido de que, dado el ritmo acelerado de avances en Ciencia y Tecnología, sería plausible pensar que los humanos del futuro hayan sido capaces de desarrollar la maquinaria que se necesita para viajar en el tiempo. El objetivo del libro, afirma su autor, no es el de convencer a nadie, sino el de estimular una nueva discusión tanto entre creyentes como entre escépticos.
Para ello, y según ha asegurado Masters a « Space.com », «decidí adoptar un enfoque multidisciplinario para tratar de comprender las rarezas de este fenómeno. Nuestro trabajo como científicos es hacer grandes preguntas y tratar de encontrar respuestas a preguntas desconocidas. Algo está sucediendo aquí, y deberíamos tener una conversación al respecto. Y deberíamos estar a la vanguardia cuando se trata de descubrir qué es».
La explicación más simple
Para el investigador, además, la posibilidad de que los «visitantes» seamos nosotros mismos es, con mucho, la más plausible. «Sabemos que estamos aquí. Sabemos que los humanos existen. Sabemos que hemos tenido una larga historia evolutiva en este planeta. Y sabemos que nuestra tecnología va a estar más avanzada en el futuro. Creo que la explicación más simple es que somos nosotros. Solo estoy tratando de ofrecer lo que probablemente sea la explicación más parsimoniosa ».
El libro, pues, pretende unir aspectos bien conocidos de nuestra propia historia evolutiva con otros aún no comprobados o desconocidos, como son los OVNI y los extraterrestres.
Turistas y científicos venidos del futuro
Como antropólogo, Masters ha trabajado en numerosos yacimientos arqueológicos en Africa, Europa y Estados Unidos, y asegura que si hubiera tenido la posibilidad de viajar al pasado para entender mejor a nuestros ancestros, lo habría hecho sin dudarlo un instante. «Además, los supuestos informes de abducciones son, en su mayoría, de naturaleza científica . Podría tratarse de futuros antropólogos, historiadores o lingüistas, que viajan al pasado para obtener información de un modo al que hoy, y sin la tecnología necesaria, no podemos acceder».
Pero también podría haber una componente turística. «Indudablemente –prosigue Masters- en el futuro habrá quien pague mucho dinero para tener la oportunidad de viajar en el tiempo y ser testigo de su periodo favorito de la Historia».
Por supuesto, el enfoque de Masters en su investigación es el de «un proyecto en evolución». De hecho, faltan aún importantes piezas en el rompecabezas. Por ejemplo, seguimos sin comprender muy bien qué es exactamente el tiempo , y aún no hemos sido capaces de combinar la relatividad general, que explica el mundo a nivel macroscópico, con la mecánica cuántica, que lo hace en el reino de las partículas subatómicas.
Muchos investigadores, en efecto, creen que nunca será posible viajar en el tiempo. El propio Stepen Hawking dedicó una de sus célebres frases lapidarias a la cuestión: «La mejor prueba –dijo Hawking en cierta ocasión– de que los viajes en el tiempo son imposibles es que no estamos invadidos por una legión de turistas del futuro». Pero ¿Y si en realidad lo estuviéramos?
«Solo estoy tratando –afirma Masters– de presentar el mejor modelo posible basado en el conocimiento científico actual. Con suerte, con el tiempo, podremos continuar construyendo sobre él».
Las reacciones no se han hecho esperar y el libro, prácticamente recién publicado, ha empezado ya a cosechar todo tipo de críticas, tanto a favor como en contra. Un elemento más, como pretendía el autor, para alimentar el debate.
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