Interesantes semifinales:
Por un lado, el Italia-España, todo un clásico del fútbol europeo que verá el cuarto enfrentamiento consecutivo en Eurocopas. En 2008 España derrotó a Italia (en ese momento campeona del mundo) en los penales en cuartos de final, en la edición disputada en Austria y Suiza. En 2012, España arrasó en la final disputada en Kiev a los transalpinos por un histórico 4-0 (la mayor goleada en una final de una Eurocopa). En 2016 Italia se tomó la revancha en Francia y ganó a la Roja 2-0 en octavos de final. Ambas selecciones han pasado cierta travesía del desierto en la última década, quizás más acentuada en el caso italiano, y regresan a una instancia casi final en un gran torneo desde el año 2012. En esta ocasión, creo que aparece más sólida y asentada la Italia de Mancini.
Por otro lado un Inglaterra-Dinamarca que pone a los británicos como grandes favoritos. Los de Southgate se plantan en una semifinales en un gran torneo por segundo campeonato consecutivo, además exhibiendo una enorme solidez, un gran despliegue físico y una efectividad demoledora. Dinamarca emula su histórico triunfo de 1992 (la última Eurocopa que se jugó con apenas 8 equipos), que consiguió después de que Yugoslavia fuera expulsada por la guerra que asolaba los Balcanes en esa época, y los jugadores daneses fueran llamados a jugar estando de vacaciones. En el caso de los nórdicos, parece que se repite ese espíritu de triunfo tras lo sucedido en el primer partido a su centrocampista Eriksen. En ese sentido, hay que recordar que en la edición de 1992, el futbolista danés Kim Vilfort abandonó la concentración temporalmente durante el torneo por el empeoramiento del estado de salud de su hija pequeña, enferma de leucemia. Vilfort volvió para jugar la final contra la todopoderosa Alemania y marcó el segundo gol danés a falta de 10 minutos para la finalización del partido, que concluyó con victoria danesa por 2-0. Días después de ese partido, la hija de Vilfort falleció.