Si bien no me voy a olvidar nunca los goles en Córdoba (el primer gol vs San Martín de San Juan, bueno, digamos que no es algo que me guste recordar, aunque fue un alivio grande sin dudas, me quedo con el tercero), no se olviden tampoco de la cantidad de goles que se comió y cómo desapareció -sí, ya sé, tanto él como Gigliotti vacunaron en la gloriosa remontada vs Newell's, pero eso fue como un oasis entre dos desiertos- en las últimas fechas antes de la última, y de cómo sumó al puterío y la discordia en el plantel en el peor momento. Dicho esto, de todas maneras hizo casi un gol cada dos partidos, jugando un solo campeonato es verdad, pero notable igualmente.
Es para preguntarse si no será en buena parte el pasado de su padre en CASLA y su insistencia al acordarse de nosotros al declarar (quizá honesta, quizá humo, lo más probable una mezcla) lo que lo separa tanto en su recuerdo de Gigliotti.